Compartimos con nuestros lectores un aporte

de nuestra colega Lic. Celia Avellaneda sobre las

actividades por el bicentenario del nacimiento del Mártir

de Metán Marco Manuel de Avellaneda.

Bicentenario del nacimiento de 

Marco Manuel de Avellaneda (1813-1841)

Los 200 años de Marco M. de Avellaneda

La celebración fue felizmente muy exitosa y llena de cordialidad. He recibido en ese sentido múltiples llamados coincidentes con lo agradable que fue todo.

A la misa celebrada en La Catedral, con muy buenas palabras del Padre Luis Zazano, continuó una ofrenda floral en el monolito que está en la Plaza Independencia en homenaje a Marco Avellaneda. Mi hermano Eudoro llevó palabras de Marco publicadas en el libro que escribió Carlos Olivera Avellaneda las que fueron leídas por Lauro Fagalde Avellaneda. Después hicimos un brindis en mi casa de la calle 25 de mayo con nutrida concurrencia.

Quizás lo más destacado haya sido la presencia y participación de los sucesores más jóvenes quienes despiertan desde muy temprana edad una particular curiosidad e inquietud con respecto a Marco Avellaneda que debemos sus descendientes cultivar.

Cuando todos estuvimos reunidos Horacio Ibarreche, mi marido, hizo una breve reseña de la vida y obra de Marco. Después hicimos un concurso de preguntas separando a los concurrentes en dos grupos, destacándose el conocimiento de grandes y chicos en las respuestas dadas. También hicimos una exposición de fotos familiares.

La conmemoración ha servido para que esos lazos de comunicación entre los herederos mayores y los que vienen por detrás se consolide y se multiplique.

De seguro por tradición oral y de activa participación, la familia en su conjunto mantendrá vigente en el tiempo este tipo de celebraciones que es el mejor homenaje que podemos tributar a nuestros antecesores.