Documentos sobre cómo se vivió en Tucumán
la invasión napoleónica a España
Por Celia Avellaneda de Ibarreche
Invitamos a nuestros lectores a leer un trabajo de investigación
realizado por nuestra colega Lic. Celia Avellaneda, quien lo ha
publicado en la página web de la prestigiosa Real Academia Matritense
de Genealogía y Heráldica de España. Colocamos en el blog sólo
la Introducción del mismo, para aquellos que quieran acceder a
la totalidad de la monografía sólo tienen que hacer click en
Introducción
En general la historiografía argentina
considera a las ideas de la Revolución Francesa como un antecedente muy
importante para los hechos del 25 de mayo de 1810 (Primer Gobierno Patrio en
que se reemplazaron las autoridades españolas por criollas), y la posterior
declaración de nuestra independencia de España y de toda dominación extranjera[1] efectuada en la ciudad de
San Miguel de Tucumán el 9 de julio de 1816 por representantes de muchas de las
provincias que en ese entonces se llamaban “Provincias Unidas de Sud América” y
que fueron la base de la actual República Argentina[2]. Pero muy pocos historiadores han puesto
el acento en la decisiva importancia que tuvo la Invasión napoleónica a España.
El que mejor
estudió estos sucesos fue el historiador Enrique de Gandía con el que
coincidimos plenamente “la Revolución Francesa causó indignación y horror en
todas partes donde fue conocida. Más aún: desde 1808 en adelante, Francia fue,
para los españoles, la nación más odiada del mundo”… “Los sucesos de Europa y de
América no debían nada a la Revolución olvidada. Lo debían todo a Napoleón, que
había desorganizado el mundo. América se había cubierto de Juntas populares de
gobierno a imitación de lo ocurrido en España y había un odio terrible a
Napoleón”[3]
A esta parte de
América no le quedaban muchas alternativas para evitar caer en la anarquía que
nombrar a sus propios gobernantes. Además la razón de más peso fue que la
América española era propiedad del rey, no de España y habiendo renunciado al
trono tanto Carlos IV como Fernando VII en favor de quién dispusiera Napoleón,
que designó a su hermano José Bonaparte como rey de España
pero nunca fue reconocido en el Río de la Plata[4].
Increíblemente, y por esas cosas del
destino, cuando se produce la invasión de Napoleón a España el virrey del Río
de la Plata era un militar francés al servicio de España, don Santiago de
Liniers. Fue nombrado por el Cabildo de Buenos Aires el 30 de junio de 1807, en
una designación inédita en estos lugares, por su gran actuación durante las
invasiones inglesas de 1806 y 1807[5] después fue confirmado
como virrey interino por Carlos IV.
Liniers reemplazó como virrey al marqués
de Sobremonte[6]
designado por el rey Carlos IV y depuesto en el Cabildo Abierto del 10 de
febrero de 1807 por haber huido [7]cuando los ingleses, al
mando de Beresford, tomaron la ciudad de Buenos Aires en 1806.
Los habitantes de Buenos Aires empezaron a
sentirse superiores a los europeos
después de haber derrotado a los regimientos más famosos de los ingleses
y del mundo con sus propios recursos, sin auxilios de la Metrópolis ni del
Perú.[8]
El
carácter de provincias españolas y no de colonias que les acordó a los
virreinatos el derecho español resultó esencial para que iniciáramos el camino
hacia nuestra independencia.[9]
La
autoridad del virrey había caducado por causas que no les eran atribuibles pues
ni ellos habían incitado a Napoleón a invadir España, ni obligado a Carlos IV y
Fernando VII a abdicar, ni intervenido para que estos fueran tomados
prisioneros.[10].
Por eso sus integrantes juraron que mantendrían estas tierras para que las
gobernara Fernando VII apenas recobrase su libertad.
Al votar el día 22 de
mayo de 1810 dijo Castelli: “Aquí no hay
conquistados ni conquistadores: aquí no hay sino españoles. Los españoles de
España hay perdido su tierra. Los españoles de América tratan de salvar la
suya. Los de España que se entiendan allá como puedan…Propongo que se vote: que
se subrogue otra autoridad a la del virrey
que dependerá de la metrópoli si esta se salva de los franceses, que
será independiente si España queda subyugada” [11]
No hubo
sublevación contra las autoridades constituidas pues las que existían en España
hallábanse dispersas, prisioneras o eran ilegítimas y las autoridades delegadas
de América de hecho o derecho habían caducado…por las mismas razones.
Para
constituir la Junta del día 24 de mayo de 1810 se decidió que Cisneros
continuara vinculado al gobierno no como
virrey sino como Presidente de la nueva Junta pues su destitución total no
sería aceptada en el resto del virreinato (Montevideo, Paraguay, Córdoba, Charcas, Potosí y La Paz ). Pero el
pueblo protestó no aceptando que la presidiera Cisneros y tuvo que cambiarse la
conformación de la Junta designándose otra el día 25 con mayoría de miembros
criollos.
Aclaración
preliminar
Transcribimos las fojas en el orden en que
están foliadas, aclaramos que no están ordenadas cronológicamente, seguramente
se las fue archivando a medida que llegaban los documentos a la ciudad de San
Miguel de Tucumán.
Los documentos se encuentran en el Archivo
Histórico de Tucumán, gran parte de ellos están en el volumen 19 de la Sección
Administrativa que abarca los años 1808 y 1809. También han sido intercaladas
varias actas capitulares con resoluciones del Cabildo[12] que tienen
relación con las noticias que se reciben en la ciudad y con las disposiciones
administrativas del momento sobre la guerra por la independencia en España. Los
encabezados que preceden a cada documento han sido copiados del Índice.
Hemos optado por transcribirlos
textualmente con puntos suspensivos en el caso de ser ilegible una o varias
palabras y signo de pregunta cuando no teníamos seguridad en alguna palabra.
Se declaraba siempre la fidelidad al rey
Fernando VII a pesar que se sabía que había abdicado y que en España reinaba
José Bonaparte pero era una forma de oponerse a la invasión napoleónica.
Es destacable el sentimiento de
indignación manifestado por sus habitantes ante la invasión y el esfuerzo
económico que hicieron por igual criollos y españoles para cubrir la cuota
asignada a Tucumán de $ 8.000 anuales y así colaborar en la lucha contra
Francia. La llamada “Guerra de la Independencia” que se desarrollaba en la
metrópolis se sostuvo en gran medida con las donaciones enviadas desde la
América española.
Hemos comenzado el trabajo con el Real Decreto
de Carlos IV abdicando a la corona de España a favor de su hijo Fernando VII por
ser el momento en que la autoridad real empieza a perder poder en América.
[1] Acta
de la Independencia Argentina: "Nos los
representantes de las Provincias Unidas en Sud América, reunidos en congreso
general, invocando al Eterno que preside el universo, en nombre y por la
autoridad de los pueblos que representamos, protestando al Cielo, a las
naciones y hombres todos del globo la justicia que regla nuestros votos:
declaramos solemnemente a la faz de la tierra, que es voluntad unánime e
indubitable de estas Provincias romper los violentos vínculos que los ligaban a
los reyes de España, recuperar los derechos de que fueron despojados, e
investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey
Fernando séptimo, sus sucesores y metrópoli. Quedan en consecuencia de hecho y
de derecho con amplio y pleno poder para darse las formas que exija la
justicia, e impere el cúmulo de sus actuales circunstancias. Todas y cada una
de ellas así lo publican, declaran y ratifican comprometiéndose por nuestro
medio al cumplimiento y sostén de esta su voluntad bajo el seguro y garantía de
sus vidas haberes y fama. Comuníquese a quienes corresponda para su publicación.
Y en obsequio del respeto que se debe a las naciones, detállense en un
manifiesto los gravísimos fundamentos impulsivos de esta solemne
declaración." Dada en la sala de sesiones, firmada de nuestra mano,
sellada con el sello del Congreso y refrendada por nuestros diputados
secretarios. El
19 de julio, en sesión
secreta, el diputado Medrano hizo aprobar una modificación a la fórmula del
juramento. Donde decía «independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y
metrópoli», se añadió:
"...y toda otra dominación extranjera"
[2] - Enviaron representantes al Congreso: Buenos Aires (7) Catamarca
(3) Córdoba (4) Jujuy (1) La Rioja
(1) Mendoza (2) Salta (2) San Juan (2) Santiago del Estero (2) Tucumán
(2) San Luis (1) Potosí (1) La
Paz (2) Charcas (3) Cochabamba (2) las cuatro últimas forman parte del
actual territorio de Bolivia.
No concurrieron por no apoyar al Congreso: Entre Ríos, Corrientes y
Santa Fe, Misiones era un
territorio en disputa con
Paraguay y Brasil, las actuales provincias del Chaco, La Pampa, Neuquén,
Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego eran en esa época territorios ocupados por los
indígenas.
[3] - Gandía,
Enrique de – Napoleón y la Independencia de América – Editorial Claridad –
Buenos Aires – 10 de noviembre de 1955.
[4] - Napoleón Bonaparte cede el 5 de julio
de 1808 a su hermano José Bonaparte, rey de Nápoles y Sicilia,
los derechos a la corona de España y de las Indias adquiridos por la
cesión que le hizo Carlos IV –
Amadeo Rey y Cabieses - http://www.adghn.org/confe/2006/desc_jose_bonaparte.pdf
[5] - Los ingleses al mando del general
Beresford tomaron la ciudad de Buenos Aires el 27 de junio de 1806
la que fue reconquistada el 12 de agosto
del mismo año por las tropas al mando del francés Santiago
de Liniers.
Hubo una segunda invasión en junio de 1807
al mando del general Witeloke pero también fue
rechazada. La defensa estuvo encabezada
esta vez por el español Martín de Alzaga en ese entonces
alcalde de primer voto del Cabildo de
Buenos Aires.
Estaba planeada una tercera invasión
dirigida por el general Wellesley al mando de más de 10.000
hombres pero la alianza de España e
Inglaterra contra Francia cambió los planes ingleses y dicho
general tuvo que llevar sus tropas a
España para luchar contra las tropas de Napoleón. Uno de sus
generales era Beresford que luchó junto a José
de San Martín en Bailén.
[6] - El Cabildo de Buenos Aires el 23 de diciembre de 1807 acordó
que el Caballero Síndico Procurador
procediese a puntualizar y esclarecer las causas que dieron mérito a la
separación interina del
“Excelentísimo Señor Virrey
Marques de Sobre Monte”.
[7] - “Se
presento a la puerta de esta Sala Capitular un gran numero de Pueblo clamando y
diciendo á
voces, que
todos querian ir á reconquistar la Plaza de Montevideo y que estaban prontos á
derramar
toda su
sangre para conservar al Rey sus Dominios, y que en parte alguna de ellos no se
extinga la
Religion de
Jesu Cristo que profesaron sus maiores. Y que teniendo por perjudicial para
esto como
para lo
demas que pueda ofrecerse en lo por venir la subsistencia del Señor Marques de
Sobre Monte
en el mando
de estas Provincias (Reunión
del Cabildo del día 6 de febrero de 1807)
– Acuerdos del
Extinguido Cabildo de Buenos Aires – Tomo
II – Editorial Kraft – Buenos Aires 1926.
[8] - Argentina – Análisis Crítico de su Historia – José Manuel
Avellaneda – Editorial Dunken – Tucumán
– 2004.
[9] - Ibid
[10] - Ibid
[11] - Acuerdos del Extinguido Cabildo de Buenos Aires – Serie IV –
Archivo General de la Nación –
Buenos Aires – Editorial Kraft – 1927.
[12] - Los
documentos que corresponden a las Actas Capitulares están especialmente
aclarados.
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